QUÉ ES UNA CASA INTELIGENTE Y CÓMO FUNCIONA

Una casa inteligente o Smart home es aquella en la que los electrodomésticos y aparatos eléctricos están conectados a un sistema central de control por ordenador para que puedan encenderse y apagarse en ciertos momentos (por ejemplo, la calefacción puede configurarse para que se encienda automáticamente a las 6:00 a.m. en las mañanas de invierno) o si ocurren determinadas cosas (las luces se pueden configurar para que se enciendan solo cuando un sensor fotoeléctrico detecta que hay oscuridad). 

Cómo funciona una casa inteligente 

La domótica incorpora las nuevas tecnologías al equipamiento de viviendas y edificios de forma que el usuario puede controlar de manera centralizada todos los aparatos que conforman la instalación.
Dichos aparatos llevan incorporados sensores que les permiten recabar información y comunicarse con la central domótica a través de una red de comunicación.
El sistema domótico se puede gestionar de forma centralizada a través de un panel de control que permite al usuario la supervisión de su hogar inteligente tanto de manera presencial como de forma remota mediante dispositivos.

En la forma más avanzada de hogar inteligente, hay un ordenador central que hace muchas de las tareas que normalmente haríamos nosotros: monitorea constantemente el estado de la casa y enciende y apaga los electrodomésticos en consecuencia. Por ejemplo, monitorea los niveles de luz que entran por las ventanas y sube y baja las persianas o enciende las luces al atardecer. O detecta movimientos en el piso y responde: si sabe que está en casa, enciende la luz y la música en diferentes habitaciones mientras vas de una a otra; si sabe que estás fuera, activa la alarma. 
¿Cómo funciona? Se enchufa cada aparato que desea automatizar en una pequeña unidad de control (generalmente llamada módulo) y lo conecta a una toma de corriente eléctrica común. El controlador central envía señales de conmutación regulares a través del cableado doméstico común, tratándolo efectivamente como un tipo de red informática.

Cada señal contiene un código que identifica la unidad con la que se relaciona (una lámpara de mesa en su sala, tal vez, o una radio en su dormitorio) y una instrucción como encender, apagar o (para lámparas) iluminar o atenuar. Aunque todas las unidades de control escuchan y reciben todas las señales, una señal particular afecta solo al dispositivo (o dispositivos) con el código correcto.

Además de los dispositivos que reciben señales, también puede conectar sensores como detectores de movimiento, termostatos, y así sucesivamente, de modo que el sistema responderá automáticamente a los cambios en la luz del día, la temperatura, los intrusos o cualquier otra cosa que considere importante. Con la mayoría de sistemas de este tipo también se pueden encender y apagar electrodomésticos con un control remoto.

                                                 Aplicaciones de la domótica

Las distintas aplicaciones de la domótica tienen como fin la mejora de la calidad de vida de los usuarios y se pueden agrupar en diferentes categorías:

Eficiencia energética: el control domótico de una vivienda permite monitorizar y optimizar el consumo energético global mediante una gestión eficiente.
Confort: la posibilidad de controlar diferentes tareas del hogar de forma remota e incluso programarlas de forma automática mediante la central domótica hacen más cómoda la estancia.
Seguridad: los sensores de los distintos objetos conectados al sistema domótico permiten la supervisión del hogar a distancia y la programación de respuestas ante posibles intromisiones en el sistema de seguridad.
Accesibilidad: la domótica busca hacer posible que cualquier persona, independientemente de su grado de capacidad, pueda hacer uso de los elementos del hogar.
Comunicación: es la base de todo sistema domótico, ya que permite la conexión entre el usuario y los diferentes dispositivos conectados y posibilita el control a distancia de la vivienda domótica.
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